
Un día después del apagón de luz en España, se descarta que lo haya provocado un ciberataque. Red Eléctrica ha asegurado en su rueda de prensa de este martes que no ha existido ninguna vulneración de su ciberseguridad. La causa, según ha explicado el directivo Eduardo Prieto, es que parte de la generación eléctrica ha dejado tirada al sistema. Una frase que pone el foco sobre una tecnología. El pasado lunes 28 de abril de 2025, como ha ocurrido en muchos días en España, el mercado volvió a depender en más de un 70% del sol. Un exceso de confianza en la energía fotovoltaica, barata y renovable, sobre la que se ha alertado en multitud de ocasiones por sus problemas de estabilidad en el sistema eléctrico.
El sistema eléctrico necesita tensión. Los expertos detallan que se necesita "una estabilidad de fluido eléctrico que sólo lo dan aquellas tecnologías que producen luz mediante turbinas". Es decir, las centrales hidroeléctricas, nucleares y ciclos combinados. Este lunes, la demanda del mercado se satisfacía con un 75% solar, y esas tecnologías convencionales o de turbinas era una parte marginal del sistema.
Algo que ya ha dado problemas, recientemente. La refinería de la petrolera Repsol en Cartagena, una de las mayores fabricantes de diésel de Europa, se tuvo que apagar hace unas semanas por problemas de tensión. El apagón fue a las 12:32, pero el sistema empezó a fallar a las 11:30. Con el sol brillando, los operadores empezaban a notar fluctuaciones en la red con la producción fotovoltaica ‘a todo trapo’. Ese exceso de sol hizo que los ciclos combinados a gas redujesen su producción para dar paso a la fotovoltaica.
En ese sentido, las nucleares no entraron en el mercado para no perder dinero y no era necesario tirar de centrales hidroeléctricas para no perder agua. Sin las tecnologías de firmeza, la tensión quedó más fluctuante y vulnerable que nunca. Y ocurrió el incidente. La caída de tensión de 5 segundos es una eternidad en el sistema eléctrico e hizo saltar los “diferenciales del sistema”, apagándose todo de golpe, la fotovoltaica, los ciclos, las cuatro nucleares que quedaban.
Desde el sector insisten en que tuvimos suerte, porque no se quemaron los transformadores que nos hubieran llevado a un apagón de más de 24 horas. “Red Eléctrica calculó mal los riesgos y permitió el cierre de tres centrales nucleares que hubieran dado estabilidad (tensión) al sistema”, denuncian desde el sector.
Suroeste de España
Red Eléctrica investiga todavía las causas y tiene algunos avances. El director de Servicios para la Operación de Red Eléctrica Española (REE) ha detallado que se han identificado dos pérdidas de generación casi simultáneas que pudieron desembocar en el apagón. Por un lado, “un elemento compatible con una pérdida de generación” en la región del suroeste peninsular, “que fue superado satisfactoriamente”.
Por el otro, tan solo 1,5 segundos después, “otro elemento compatible con pérdida de generación de las condiciones del sistema eléctrico”, lo que desembocó otros 3,5 segundos después en “unas condiciones compatibles con las oscilaciones detectadas” en el momento del apagón, ha asegurado.
Ese problema de generación se concentró en la región del suroeste peninsular. En este sentido, Extremadura es una región líder en la instalación de plantas fotovoltaicas en España, con una potencia instalada que supera los 5.538 MW.
El sistema necesita un ‘mix’ equilibrado
Lo vivido este lunes es un ejemplo del exceso de confianza en las energías renovables para un sistema que necesita ‘un poco de todo’. El sector y los expertos han alertado en los últimos años del riesgo para el sistema prescindir de las tecnologías que dan estabilidad como las centrales nucleares sin tener los ciclos combinados de gas preparado o centrales hidráulicas. Las baterías para almacenar la electricidad de las renovables para conectarse cuando no hay sol y viento no dan estabilidad al sistema.
Como informaba este medio, el informe financiero anual de Red Eléctrica ya reconoció el riesgo de incidentes que podrían afectar al suministro eléctrico con “la pérdida de prestaciones de generación firme asociada al cierre de centrales de generación convencional (carbón, ciclo combinado, nuclear)”. “Esto podría aumentar el riesgo de incidentes operacionales que puedan afectar el suministro y la reputación de la empresa”, concluía la empresa.
Fuente: El Confidencial