
No es casual que las principales compañías que operan en la región no se hayan presentado en la licitación para el dragado de mantenimiento en el puerto de Mar del Plata. En un primer llamado, solo se había registrado la oferta de Servimagnus con equipos chinos. Pero su oferta, de u$s 20 millones más IVA, fue rechazada por cuadruplicar el presupuesto establecido por el puerto para dichos trabajos.
En la segunda llamada, sorprendió la presentación de Rodhe Nielsen, una firma de dragado dinamarquesa sin antecedentes en Argentina, que se presentó en UTE con Consultora Schw SRL. Su oferta, de u$s 5.295.000, a primera vista parece insuficiente para la envergadura del trabajo a realizar. Es que los 560 mil metros cúbicos de sedimentos a remover de la boca y espejo interior, seguramente sean bastantes más porque esta cifra surge de una batimetría efectuada a fines de 2020, y la obra comenzará medio año después.
Pero sobre todas las cosas, lo que dificulta esta obra es el clima y la situación del puerto.
En Mar del Plata siempre reina el mar de fondo, con olas oceánicas largas que rompen en el banco de arena que se forma a la entrada del puerto y que es necesario eliminar con el dragado.
Los distintos expertos consultados por Transport & Cargo coincidieron en que la única forma de llevar a cabo este trabajo es con una draga cortadora de gran porte. Este tipo de equipo no se encuentra en el país, traerlo es muy oneroso y no justifica por el escaso presupuesto del que dispone el puerto marplatense para esta obra.
La UTE que obtuvo la licitación piensa utilizar la draga de succión por arrastre "Idun - R" de apenas 74 metros de eslora y con volumen de cántara de solo 2.035 metros cúbicos. En un banco de arena que deja una escasa profundidad de 3,5 metros, y con el mar de fondo de la zona, el trabajo se presenta de casi imposible realización y con muy pocas jornadas operativas.
Por la experiencia de anteriores trabajos, la draga tendrá que esperar a que sople viento de costa para que se calme en parte el oleaje. Y por supuesto, rezar para que el viento no vire al sudeste. Jan de Nul, la empresa dragadora más importante del mundo casi pierde años atrás a su draga "James Ensor" de 112,79 metros de eslora y 3.600 metros cúbicos de volumen de cántara, en uno de los bruscos cambios climáticos marplatenses. Es justamente Jan de Nul una de las empresas que no acudió al llamado licitatorio No justificaba por el precio del pliego, arriesgar equipo tan valioso.
"En el acceso al puerto de Mar del Plata se generan 300.000 metros cúbicos de sedimentación cada año y los últimos dragados importantes se produjeron en 1998 y 2014. Durante la gestión de Martín Merlini en el Consorcio Portuario Regional Mar del Plata bajo el gobierno de María Eugenia Vidal, no se dragó un solo metro cúbico y ahora nos volvemos a encontrar con el mismo problema de siempre. Lo importante es que el puerto destine sumas más importantes si quiere mantener un calado operativo", dijo a Transport & Cargo Horacio Tettamanti, subsecretario de Puertos y Vías navegables de la Nación entre los años 2012 y 2015.
De todos modos, toda profundidad que se intente a través del dragado será siempre provisoria.
En la zona rige lo que se conoce como deriva litoral que se produce por las olas que rompen oblicuo a la costa y generan corrientes transversales y paralelas a tierra. Esta corriente tiene dirección predominante del sur al norte y logra que se erosionen las playas. Toda la arena arrastrada se va acumulando en la parte sur de la escollera del puerto, y cuando la ésta es rebalsada, se junta en la boca del puerto y genera el banco de arena que es necesario remover.
Para resolver este tema, más temprano que tarde Mar del Plata deberá encarar la extensión de su escollera sur, a imagen de lo que años atrás realizó con excelentes resultados su vecino puerto de Quequén. La obra, que requiere una inversión millonaria, se justifica ampliamente por el enorme potencial logístico que tiene la estación marítima marplatense.
Fuente: El Cronista