
Mientras muchos barcos que integran la flota fresquera de altura se encuentra pescando langostino en aguas nacionales y descargando en puertos de Chubut, en Mar del Plata los estibadores comenzaron a negociar una actualización salarial.
Esto implica, inexorablemente, un incremento en el costo del servicio que cotizan las ESPES habilitadas por el Consorcio Portuario para desarrollar la tarea en los muelles del puerto local a las empresas armadoras.
En las últimas horas se conocieron detalles de una reunión que se llevó a cabo en la sede del SUPA sobre calle Posadas, en que se reunieron representantes de todos los sectores, trabajadores, empresas de servicios y cámaras que las agrupan junto con dirigentes del gremio, encabezado por Carlos Mezzamico.
Luego del 20% de actualización que las empresas aplicaron desde febrero pasado, el jornal de 6 horas de trabajo para el estibador, tanto de la rama del fresco como del congelado, pasó a tener un valor bruto de 7.800 pesos y en bolsillo, de 5.989 pesos.
Ahora, según confiaron allegados al Secretario General a este medio, la intención es aplicar otro 20% de actualización salarial. Las partes acordaron pasar a un cuarto intermedio hasta este jueves y definir algunos detalles, aunque estaría decidido ese porcentaje y que comience a aplicarse a partir del 1 de julio.
Las empresas de servicios y las cámaras que las agrupan evalúan si ese 20% para sus asociados es suficiente para hacer frente a los costos fijos que deben mantener aún en épocas de caída en la actividad en los muelles. “Seguramente trasladaremos ese mismo porcentaje a las empresas armadoras”, adelantó Alberto Ovejero, presidente de Hipocoop, ante la consulta de REVISTA PUERTO.
Hasta hace un mes atrás el SUPA se había puesto al frente de las urgencias de las empresas de servicios cuando solicitaron un plus por el lucro cesante ante la pérdida de trabajo que generaba la migración de barcos al langostino. “En comparación al año pasado para nosotros hubo una reducción del 30% del trabajo, pero en otras empresas la caída fue mayor. Los costos fijos son cada vez más altos y la facturación más baja”, dijo Ovejero.
Desde las cámaras armadoras miran de reojo la negociación en la estiba porque saben que más rápido que tarde terminará impactando en el costo del servicio que pagan las empresas. En el fresco se redondea un número por la cantidad de cajones para el armado y descarga del barco, que se ubica en torno a los 125 pesos por cajón.
Para la flota congeladora, se cotiza un precio por tonelada removida. Ese monto supera los 8.000 pesos, pero hay variaciones porque el trabajo tiene varias singularidades: grúa, personal que la maneja, Clark con o sin operador, remeneo, clasificación, etiquetado, frío, etc.
Entre enero y mayo de 2021 la inflación acumulada fue del 20,9%. Todavía faltan quince días para que comience el segundo semestre, pero en la estiba de Mar del Plata hay mucho apuro por no quedar rezagados con el incremento de los precios de la canasta básica.
Fuente: Revista Puerto