14/10/25

Córdoba encendió la “segunda revolución del GNC”: nace la Comunidad Nodo para impulsar el gas y el biogás argentino

El Estado, las empresas y el sector estacionero coincidieron en que el país tiene una oportunidad única para transformar su potencial gasífero en desarrollo, competitividad y ahorro energético.



CÓRDOBA.– Con una convocatoria inédita en el Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos, la provincia de Córdoba fue escenario del lanzamiento oficial de la Comunidad Nodo para el Desarrollo del GNC y el Biogás, un espacio de articulación público-privada que busca darle un nuevo impulso a la movilidad sustentable en Argentina. El encuentro, realizado este lunes 13 de octubre, reunió a funcionarios nacionales y provinciales, fabricantes, empresarios, técnicos, transportistas y representantes del ENARGAS, bajo un consenso común: el país está frente a la segunda revolución del GNC.

El diputado nacional Juan Fernando Brügge, impulsor de la iniciativa junto al gobierno cordobés, remarcó la necesidad de “trabajar una transición energética real, federal y productiva”, y agradeció al gobernador Martín Llaryora y al ministro Fabián López por acompañar un proceso que, aseguró, “debe ser el puntapié inicial para que el gas y el biogás sean los motores de la nueva matriz energética argentina”.

Durante la jornada, Julio César Secondi, presidente de TAMSE, fue categórico: “Si no consumimos el gas de Vaca Muerta en los próximos diez años, perderemos todas las oportunidades”. Para el referente del transporte público, el país necesita “concientizar al Estado y a las empresas sobre la urgencia de potenciar el uso del GNC como combustible nacional”, y avanzar en una infraestructura capaz de abastecer colectivos y flotas pesadas.

En esa línea, Ignacio Armendáriz, director comercial de Agrale Argentina y CLAUTO, adelantó que su empresa finalizará en 2026 la entrega de 200 buses a GNC y advirtió que “aunque hay 300 estaciones con alto caudal, se requiere multiplicar por ocho la capacidad para abastecer al transporte público”. Explicó además que hay proyectos para instalar surtidores en las distribuidoras de gas, “pagando a medida que se carga el colectivo, un esquema innovador que ya está en prueba”.

El sector industrial también marcó el pulso del cambio. Federico Baratella, titular de la Cámara de Fabricantes de Equipos Completos de GNC, anunció que están avanzando con equipos instalados de fábrica, de la mano de terminales automotrices, para que los nuevos vehículos a GNC no pierdan garantía. “Queremos repetir el éxito de los programas con Renault y Fiat para taxis y remises, que antes de la pandemia mostraron que el GNC puede ser rentable y confiable”, subrayó.

En tanto, Ignacio Barousse, exdirector nacional de Energía, destacó que el desarrollo del GNC podría generar más de 3.000 millones de dólares en divisas en cinco años y reducir el déficit energético. “El gas argentino puede equilibrar las cuentas, crear empleo y aportar a la descarbonización”, señaló.

Las voces empresariales coincidieron en la necesidad de incentivos fiscales, infraestructura y políticas públicas estables. “Tenemos la tecnología y la capacidad. Lo que falta es decisión política”, enfatizó Martín Lapenta, de AGIRA, mientras que Juan Ojanguren, de Galileo, recordó que “Argentina exporta tecnología de GNC a 70 países” y que “si en Madrid una estación puede cargar 200 colectivos en dos horas, aquí también se puede lograr”.

Desde el ámbito estatal, Rubén Borello, subsecretario de Infraestructura Gasífera, recordó que Córdoba triplicó su red de gasoductos y conectó 1.300 industrias y 300 estaciones de servicio, en lo que calificó como “la obra pública más importante en materia energética de la provincia”. Además, anunció líneas de crédito para nuevas estaciones y mejoras en infraestructura.

Marisa Centenaro, presidenta de la Cámara de Expendedores de Combustibles de Córdoba, reclamó que el GNC vuelva a ocupar su lugar en la agenda nacional: “Durante décadas los estacioneros sostuvimos la actividad sin ayuda. Hoy pedimos políticas concretas que incentiven la conversión y acompañen la inversión privada”.

El cierre de la jornada dejó una conclusión compartida: el GNC es parte de la identidad energética argentina, un combustible seguro, económico y sustentable que, a 40 años de su primera expansión, busca recuperar el protagonismo.

“Esta segunda revolución no es una nostalgia del pasado, sino una apuesta al futuro”, resumió Brügge. “Si unimos Estado, industria y usuarios, el gas argentino puede volver a mover al país y posicionarnos como ejemplo de transición energética en la región.”